Carta para expresar tu dolor y hacer sentir mal a un hombre infiel
Esta carta es para expresar tu desdén, tu dolor y tu orgullo hacia un hombre que te ha sido infiel. Es una forma de hacerle saber que no le temes, que no le aguantas, que no le amas. También es una forma de mostrar tu valía, tu dignidad y tu decisión de seguir adelante. Esta carta puede ser útil para situaciones en las que quieres romper con un hombre infiel, o cuando ya lo has hecho y quieres hacerle sentir tu desprecio.
Hola (nombre del hombre infiel),
No sé qué buscas de mí después de lo que has hecho. No sé si esperas que te agradezca, que te alabe, que te admire. No sé si crees que te respeto, que te estimo, que te aprecio. No sé si piensas que soy ingenua, que soy boba, que soy fácil.
Pero te equivocas. Te equivocas en todo. Porque yo no te agradezco, ni te alabo, ni te admiro. Porque yo no te respeto, ni te estimo, ni te aprecio. Porque yo no soy ingenua, ni soy boba, ni soy fácil.
Sé que me has sido infiel. Sé que has estado con otra mujer sin importarte nada. Sé que has violado el respeto, la confianza y el amor que nos debíamos. Sé que has jugado con mi cariño, con mi fidelidad, con mi entrega.
Y eso me duele. Me duele en lo más íntimo, en lo más personal, en lo más sensible. Me duele que hayas sido capaz de traicionarme, de engañarme, de decepcionarme. Me duele que hayas desechado todo lo que compartimos, todo lo que sentimos, todo lo que fuimos.
Pero eso también me enfada. Me enfada tu arrogancia, tu desfachatez, tu descaro. Me enfada que hayas actuado como si nada hubiera ocurrido, como si todo fuera perfecto, como si me quisieras. Me enfada que hayas sido tan egoísta, tan irresponsable, tan desalmado.
Y eso también me ofende. Me ofende tu falta de honor, de vergüenza, de dignidad. Me ofende que hayas sido tan deshonroso, tan despreciable, tan indignante. Me ofende que hayas sido tan ruin, tan rastrero, tan vil.
Por eso te escribo esta carta. Para decirte que se acabó. Que se acabó nuestro romance, nuestra ilusión, nuestra pasión. Que se acabó tu lugar en mi vida, en mi corazón, en mi alma.
No quiero nada más de ti. No quiero ver tu rostro, ni oler tu perfume, ni tocar tu piel. No quiero tus caricias, ni tus besos, ni tus abrazos. No quiero tu amor, ni tu pasión, ni tu ternura.
Solo quiero que sepas una cosa: que me has perdido para siempre. Que has perdido a una mujer que te amó con toda su esencia, que te dio todo su ser, que te entregó todo su corazón. Que has perdido a una mujer que es más grande que tú y cualquier otra mujer juntas.
Y espero que algún día te duela lo que hiciste y lo que perdiste. Espero que algún día llores por lo mismo que me hiciste llorar a mí. Espero que algún día te des cuenta de lo poco y lo mal que me quisiste.
Pero ese día ya será tarde.
Adiós,
(nombre de la mujer engañada)
Carta para mostrar tu dignidad hacia un hombre infiel
Esta carta es para expresar tu desamor, tu dolor y tu rabia hacia un hombre que te ha sido infiel. Es una forma de hacerle saber que no le crees, que no le soportas, que no le amas. También es una forma de mostrar tu autoestima, tu dignidad y tu decisión de seguir adelante. Esta carta puede ser útil para situaciones en las que quieres dejar a un hombre infiel, o cuando ya lo has hecho y quieres hacerle sentir tu desprecio.
Hola (nombre del hombre infiel),
No sé qué sientes por mí después de lo que has hecho. No sé si sientes remordimiento, vergüenza, culpa. No sé si sientes tristeza, nostalgia, arrepentimiento. No sé si sientes amor, pasión, deseo.
Pero no me importa. No me importa lo que sientas. Porque yo no siento nada por ti. Porque yo no siento remordimiento, ni vergüenza, ni culpa. Porque yo no siento tristeza, ni nostalgia, ni arrepentimiento. Porque yo no siento amor, ni pasión, ni deseo.
Sé que me has sido infiel. Sé que has estado con otra mujer sin respetarme. Sé que has roto el amor, la confianza y la fidelidad que nos juramos. Sé que has jugado con mi ilusión, con mi esperanza, con mi sueño.
Y eso me duele. Me duele en lo más profundo, en lo más íntimo, en lo más sagrado. Me duele que hayas sido capaz de herirme, de lastimarme, de destrozarme. Me duele que hayas desvalorizado todo lo que compartimos, todo lo que sentimos, todo lo que fuimos.
Pero eso también me enfada. Me enfada tu mentira, tu engaño, tu falsedad. Me enfada que hayas actuado como si nada hubiera pasado, como si todo estuviera bien, como si me amaras. Me enfada que hayas sido tan cobarde, tan hipócrita, tan despreciable.
Y eso también me ofende. Me ofende tu falta de respeto, de consideración, de cariño. Me ofende que hayas sido tan ruin, tan miserable, tan vil. Me ofende que hayas sido tan grosero, tan vulgar, tan ordinario.
Por eso te escribo esta carta. Para decirte que se acabó. Que se acabó nuestro amor, nuestra pasión, nuestra magia. Que se acabó tu lugar en mi vida, en mi corazón, en mi alma.
No quiero nada más de ti. No quiero ver tu rostro, ni oler tu perfume, ni tocar tu piel. No quiero tus caricias, ni tus besos, ni tus abrazos. No quiero tu amor, ni tu pasión, ni tu ternura.
Solo quiero que sepas una cosa: que me has perdido para siempre. Que has perdido a una mujer que te amó con toda su esencia, que te dio todo su ser, que te entregó todo su corazón. Que has perdido a una mujer que es más grande que tú y cualquier otra mujer juntas.
Y espero que algún día sufras por lo que hiciste y por lo que perdiste. Espero que algún día llores por lo mismo que me hiciste llorar a mí. Espero que algún día te des cuenta de lo poco y lo mal que me quisiste.
Pero ese día ya será tarde.
Adiós,
(nombre de la mujer engañada)