- Pon límites. No permitas que tu esposo siga tratándote mal o haciéndote daño. Déjale claro que tú tienes dignidad y autoestima, y que no vas a tolerar más su actitud. También dile qué consecuencias tendrá si no cambia su comportamiento.
- Propón soluciones. No te quedes solo en el problema, sino que busca posibles soluciones para mejorar tu relación. Por ejemplo, puedes sugerirle a tu esposo que vayan a terapia de pareja, que hagan actividades juntos, que se comuniquen más o que renueven sus votos matrimoniales.
- Recuerda los buenos momentos. No todo es negativo en tu matrimonio. Seguramente hay momentos felices y bonitos que han compartido juntos. Recuérdale a tu esposo esos momentos y dile por qué te enamoraste de él. Así le harás ver lo que está perdiendo y lo que puede recuperar si cambia.
Ejemplo de reflexión para un esposo indiferente
Para cuando sientes que tu esposo ya no te presta atención ni te demuestra su amor
Querido {esposo}:
Hoy quiero hablarte con el corazón en la mano y decirte algo que me duele mucho: siento que ya no me valoras como antes.
No sé qué ha pasado entre nosotros, pero siento que ya no me miras con amor ni con deseo. Siento que ya no te importa lo que yo pienso o siento. Siento que ya no me escuchas ni me apoyas. Siento que ya no compartes nada conmigo ni te interesas por mi vida. Siento que ya no me abrazas ni me besas como antes. Siento que ya no me haces reír ni me sorprendes con detalles. Siento que ya no somos una pareja, sino dos extraños que viven bajo el mismo techo.
¿Qué nos ha pasado, {esposo}? ¿Dónde quedó ese amor que nos juramos el día de nuestra boda? ¿Dónde quedó esa pasión que nos consumía cada vez que nos tocábamos? ¿Dónde quedó esa complicidad que nos hacía sentir tan unidos y felices?
No quiero creer que todo eso se haya acabado, que ya no sientas nada por mí, que ya no me quieras. No quiero resignarme a vivir en una relación fría, vacía y sin sentido. No quiero perder lo más valioso que tengo en la vida: tu amor.
Por eso, te pido que por favor reacciones y me mires con otros ojos. Que me prestes atención y me demuestres tu amor. Que me escuches y me apoyes. Que me compartas tus sueños y tus miedos. Que me abraces y me beses como antes. Que me hagas reír y me sorprendas con detalles. Que seamos una pareja de nuevo, una pareja que se ama y se respeta.
No te pido que cambies tu forma de ser, ni que dejes de hacer lo que te gusta. Solo te pido que me incluyas en tu vida, que me hagas sentir importante y especial, que me hagas sentir tu esposa.
Te lo pido porque te amo con todo mi corazón, y porque sé que tú también me amas. Te lo pido porque sé que podemos recuperar la magia y la ilusión de nuestro matrimonio. Te lo pido porque sé que vale la pena luchar por nuestro amor.
Por favor, no me ignores ni me desprecies más. Por favor, valórame y respétame como tu esposa. Por favor, hazme feliz y déjame hacerte feliz a ti.
Te amo, {esposo}.
Tu {esposa}.
Ejemplo de reflexión para un esposo egoísta
Para cuando sientes que tu esposo solo piensa en sí mismo y no en ti ni en la familia
Mi amor {esposo}:
Hoy quiero hablarte con toda sinceridad y decirte algo que me duele profundamente: siento que eres muy egoísta y que solo piensas en ti mismo.
No sé si te has dado cuenta, pero tu actitud está afectando mucho a nuestra relación y a nuestra familia. Parece que solo te importan tus intereses, tus necesidades y tus deseos, y que no te preocupas por los míos ni por los de nuestros hijos.
Te pongo algunos ejemplos de cómo se manifiesta tu egoísmo:
- No compartes tus ingresos conmigo. A pesar de que yo también trabajo y aporto al hogar, tú siempre guardas tu dinero para ti y no me das acceso a él. No me consultas sobre los gastos ni sobre los ahorros, y tampoco me das ninguna explicación de en qué lo usas. Me haces sentir que no confías en mí ni me consideras tu pareja.
- No me ayudas con las tareas domésticas ni con el cuidado de los niños. Aunque ambos trabajamos fuera de casa, tú crees que yo soy la única responsable de mantener el orden, la limpieza y la armonía en el hogar. No me ayudas con nada, ni siquiera con lo más básico. Tampoco te involucras en la educación y el bienestar de nuestros hijos. Los ignoras, los regañas o los dejas a cargo de otras personas. Me haces sentir que estoy sola y sobrecargada.
- No me dedicas tiempo ni atención. Aunque vivimos juntos, parece que vivimos separados. No te interesas por mi día, por mis problemas, por mis sueños. No me escuchas ni me apoyas. No me abrazas ni me besas. No me invitas a salir ni me sorprendes con detalles. No me haces el amor ni me dices que me quieres. Me haces sentir que no me amas ni me deseas.
- No respetas mis opiniones ni mis decisiones. Aunque somos una pareja, parece que solo tú tienes voz y voto. No me consultas sobre nada, ni sobre lo más importante. No aceptas mis sugerencias ni mis críticas. No valoras mis logros ni mis capacidades. No reconoces mis errores ni mis disculpas. Me haces sentir que no me respetas ni me admiras.
¿Qué te parece, {esposo}? ¿No crees que son motivos suficientes para decirte que eres muy egoísta y que solo piensas en ti mismo?
No quiero creer que seas así por naturaleza, que no te importe nadie más que tú. No quiero pensar que seas incapaz de cambiar y mejorar tu actitud. No quiero renunciar a nuestro matrimonio y a nuestra familia.
Por eso, te pido que por favor reflexiones y te pongas en mi lugar. Que pienses en cómo te sentirías tú si yo fuera así contigo. Que reconozcas el daño que me estás haciendo a mí y a nuestros hijos. Que te des cuenta del valor que tenemos como tu esposa y como tu familia.
Te lo pido porque te amo con toda mi alma, y porque sé que tú también nos amas. Te lo pido porque sé que podemos superar esta crisis y fortalecer nuestra relación. Te lo pido porque sé que merecemos ser felices juntos.
Por favor, no seas más egoísta ni indolente con nosotros. Por favor, valóranos y respétanos como tu familia. Por favor, ámanos y déjanos amarte a ti.
Te amo, {esposo}.
Tu {esposa}.
Versión corta de la reflexión para un esposo egoísta
Para cuando quieres ser directa y concisa con tu esposo
{Esposo}, tengo que decirte algo muy importante: eres muy egoísta y solo piensas en ti mismo.
Tu actitud está dañando nuestra relación y nuestra familia. No compartes tu dinero conmigo, no me ayudas en casa ni con los niños, no me dedicas tiempo ni atención, no respetas mis opiniones ni mis decisiones.
¿No te das cuenta de cómo me haces sentir? ¿No te importa lo que siento yo y lo que sienten nuestros hijos? ¿No te preocupa perder nuestro amor y nuestro respeto?
Por favor, reflexiona y cambia tu comportamiento. Piensa en cómo te sentirías tú si yo fuera así contigo. Reconoce el valor que tenemos como tu esposa y como tu familia. Sé más generoso, colaborador, cariñoso y considerado con nosotros.
Te lo pido porque te amo y porque sé que tú también nos amas. Te lo pido porque sé que podemos ser felices juntos.
No seas más egoísta con nosotros. Valóranos y respétanos como tu familia. Ámanos y déjanos amarte a ti.
Te amo, {esposo}.
Tu {esposa}.